Él solo la ve como su amiga. Ella se muere por sus huesos. Tienen que fingir ser pareja… ¿Saldrá bien o será una manera épica de acabar con el corazón roto?
Sira
Hace diez años conocí a Gabriel, el hombre de mi vida. Qué bonito, ¿verdad? Pues no. No, no y no, porque para él siempre he sido y siempre seré su amiga. Arg, pasar la eternidad en un infierno donde te obligan a comer clavos sería mejor que este suplicio. ¿Por qué no consigo olvidarme de él?
Ahora Gabriel necesita que alguien se haga pasar por su novia en la boda de su ex. ¿Y a quién se lo pide? A mí, claro. Como soy así de pringada, voy a decir que sí. Y esconderé que se me rompe el corazón cada vez que Gabriel finge estar enamorado de mí.
Gabriel
Si mi mayor secreto saliera a la luz, no creo que pudiese soportar la humillación. ¿Que todo el mundo sepa que sigo enamorado de mi ex? Ni de coña. Por eso necesito que Sira finja ser mi novia el día de su boda. Es mi mejor amiga y la única que conoce mi secreto.
La farsa solo tenía que durar un día, pero un imprevisto nos obliga a alargarla. Entonces empiezan a pasar cosas… ejem, un poco subidas de tono. ¿Qué me está pasando? Yo no soy así. Sigo colgado de mi ex y Sira solo es mi amiga, pero… No puedo evitarlo. Estoy confuso.
Esto no puede acabar bien.