Desde su estreno, Tell Me Lies prometía ser una serie atrevida, emocionalmente intensa y provocadora. Basada en la novela de Carola Lovering, parecía que nos ofrecería una mirada profunda al impacto de las relaciones dañinas durante la juventud.
Pero tras una temporada completa, la pregunta que se impone es otra: 👉 ¿Realmente necesitábamos una historia que romantiza la manipulación, la dependencia emocional y el narcisismo encubierto?
A lo largo de sus episodios, esta serie que se puede ver en Disney Plus ha sido tan frustrante como adictiva, pero no necesariamente por buenas razones. Te contamos por qué Tell Me Lies puede ser una pérdida de tiempo emocional y por qué es importante ver más allá de su estética dramática.
🧠Una trama que empieza bien… y se desinfla
La historia comienza en 2007, cuando Lucy Albright (Grace Van Patten) llega a la universidad y conoce a Stephen DeMarco (Jackson White), un chico carismático, inteligente y emocionalmente inestable. Lo que parecía un drama romántico con tintes oscuros, rápidamente se transforma en un relato de dependencia emocional, engaños, celos y relaciones insanas.
El problema no es que se hable de relaciones tóxicas —eso, de hecho, es necesario— sino que Tell Me Lies no ofrece una crítica real de estas dinámicas. En cambio, parece glorificarlas, justificarlas o, peor aún, romantizarlas.
🧨Stephen: el narcisismo que se disfraza de intensidad
Stephen es posiblemente uno de los personajes masculinos más dañinos que hemos visto en una serie romántica reciente. Su comportamiento pasa de ser seductor a manipulador en cuestión de escenas. Es mentiroso, controlador, infiel, y emocionalmente volátil.
Y sin embargo, la narrativa no le juzga con la severidad que merece. De hecho, la serie parece más interesada en mantener su misterio y su “atractivo” que en mostrar las consecuencias reales de su comportamiento, tanto en Lucy como en su entorno.
Esto envía un mensaje muy cuestionable: que los hombres emocionalmente dañinos solo necesitan una mujer suficientemente entregada para cambiar.
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🙍♀️Lucy: víctima… pero también pasiva
Lucy tiene un pasado complejo, con heridas emocionales no resueltas, especialmente con su madre. Aunque esto explica parte de su atracción por Stephen, su evolución como personaje es decepcionante.
Durante toda la temporada, Lucy pasa por momentos de profunda humillación y maltrato emocional. Y en lugar de ver una curva de aprendizaje o autoconciencia, lo que tenemos es una constante recaída en la misma relación destructiva.
La serie, en lugar de construir a Lucy como una mujer que logra salir adelante, insiste en mantenerla atrapada en un círculo vicioso, sin ofrecer un crecimiento claro o un mensaje esperanzador.
🔁Un guion repetitivo y emocionalmente agotador
A nivel narrativo, Tell Me Lies peca de reiterativa. Cada episodio parece una variación del anterior: encuentros sexuales, peleas, manipulaciones, traiciones, reconciliaciones vacías. Y así una y otra vez.
Lo que podría haberse resuelto en seis capítulos, se estira innecesariamente con relleno emocional tóxico. Además, muchos personajes secundarios no están suficientemente desarrollados, y sus tramas quedan como simples excusas para alargar el drama central.
🎬Estética impecable, pero sin alma
Es innegable que la serie tiene una producción cuidada. La ambientación universitaria, la iluminación tenue y la banda sonora nostálgica funcionan muy bien. Sin embargo, el envoltorio no salva el contenido.
En lugar de profundizar en los daños emocionales que una relación tóxica puede generar, la serie parece empeñada en mantenernos enganchados al “¿qué pasará después?”, sin aportar nada verdaderamente nuevo o útil.
🚫¿Por qué no recomendaría Tell Me Lies?
Aunque muchas personas han quedado atrapadas en el “enganche emocional” que la serie genera (algo que entendemos perfectamente), desde una perspectiva crítica y responsable, Tell Me Lies:
No condena abiertamente la manipulación emocional.
Romantiza comportamientos tóxicos.
Carece de evolución emocional real en sus protagonistas.
Reproduce clichés dañinos sobre el amor y el sufrimiento.
Tell Me Lies tenía el potencial para ser una serie valiente que expusiera el ciclo de las relaciones tóxicas con autenticidad y sensibilidad. En lugar de eso, eligió jugar con la atracción por lo dañino y ofrecernos una historia que, aunque bien producida, falla en responsabilidad emocional y narrativa.
Si estás buscando una serie que explore el amor, el trauma y el crecimiento con profundidad y realismo, esta no es la mejor opción.