¡Hola hola, lectores! ¿Cómo lo estáis llevando?. El fin de semana pasado me aventuré a ver Sierra Burgess es una perdedora ya que (como sabéis) me encantan las comedias románticas de adolescentes. ¿Queréis saber si realmente me gustó?
Sinopsis de Sierra Burgess es una perdedora
En el instituto, la inteligente Sierra Burgess se junta con la estudiante más popular para seducir al chico que le gusta en esta versión moderna de la historia de ‘Cyrano de Bergerac’. Todo comienza cuando un mensaje enviado por error inicia un romance virtual entre Sierra, una joven lista pero nada popular, y un chico atractivo que cree estar hablando con una guapa animadora. (FILMAFFINITY)
Opinión Personal
Sierra Burgess es una perdedora me pareció una película increíblemente dulce, emotiva y encantadora. No solo es una comedia romántica moderna preciosa y auténtica si no que alza los sentimientos y las emociones de los adolescentes. Una película que desmontará la típica frase de » es que los adolescentes pasan de todo».
Sierra Burgess (Shannon Purser) es una estudiante con muchísimo talento para la escritura, sensible, responsable y muy comprometida con su futuro. ¿Cuál es el problema entonces? Que en su instituto la rechazan, se siente una perdedora y debido a los cánones de belleza que rige el siglo XXI tiene la autoestima y la confianza en sí misma por los suelos.
Una de las pocas cosas buenas que tiene en su vida es su fiel mejor amigo Dan (RJ Cyler) el cual nunca se separa de ella y siempre está ahí para apoyarla, ayudarla y escucharla cuando lo necesita. Dan también es rechazado por los estudiantes populares del instituto aunque eso no es algo que le quite el sueño y le preocupe demasiado.
Como en prácticamente casi todas las comedias románticas de adolescentes tienen que aparecer el grupo de chicas y chicos populares del instituto. Precisamente, un grupo así es el que se ríe cada día de sierra. Su líder, Verónica (Kristine Froseth), es una animadora guapísima, caprichosa y bastante malvada (al menos al principio). Y, por si fuera poco, todos los chicos quieren salir con ella.
Jamey (Noah Centineo) es un chico dulce, cariñoso, familiar y deportista que se aventura a pedirle el número de teléfono a Verónica cuando coinciden en un bar. Ella para demostrar que es increíblemente malvada le da el número de la chica más perdedora del instituto: Sierra Burgess. La animadora jamás hubiera pensado en todo lo que pasaría después de eso.
De esta manera, Sierra recibe un mensaje de un número desconocido que descubrirá tras hablar más de cuatro horas por teléfono que se trata de un chico maravilloso, dulce y muy parecido a ella. ¿El inconveniente? Jamey se piensa todo el rato que está hablando con Verónica y no con ella. Sabe que tarde o temprano tendrá que decirle la verdad pero no sabe cómo.
Para no dejar de hablar con él, a Sierra se le ocurre un plan infalible: ayudar a Verónica con las clases a cambio de que ella se saque fotos para poder pasar a Jamey y que asista a la cita que él le propone. La animadora en un principio no quiere tener nada que ver con Sierra pero finalmente acepta lo que la «perdedora» dice para poder gustar más a un chico universitario mayor que ella.
Mientras Sierra y Verónica quedan para dar las clases sucede algo inesperado: se empiezan a caer bien. Se empiezan a caer bien, a proteger, a apoyar y a animarse entre ellas. Se convierten en inseparables. Descubrimos entonces que Verónica no es tan malvada como aparentaba, que es una chica con problemas y muy muy insegura (aunque no lo parezca).
Como os lo podéis imaginar, por muy bueno que fuese el plan de Sierra, una mentira así no se puede ocultar para siempre. De la peor manera, Jamey se entera de que las chicas han estado jugando con él y sus sentimientos. El deportista se queda desolado y por eso, decide alejarse de Sierra y Verónica dejando claro que no quiere volver a ver a ninguna.
En Sierra Burgess es una perdedora nos damos cuenta que los adolescentes sí que sienten. A pesar de lo que diga mucha gente, ellos tienen miedos, inseguridades, problemas y preocupaciones. Puede que se comuniquen poco con sus padres pero eso no quiere decir que les de igual todo y que sean indiferentes.
Sierra y Verónica nos enseñan que todos en un determinado momento vamos a necesitar ayuda y que de nada sirve hacer la vida imposible a los demás. Descubrimos que la que parece ser la chica perfecta del instituto y la más popular no lo es tanto y tiene las mismas inseguridades y miedos que Sierra. Que antes de juzgar a alguien hay que conocer su historia. Su historia auténtica.
Una película dulce y emotiva en la que ser uno mismo, sin filtros y sin mentiras es lo que realmente importa. Sierra Burgess nos deja dos grandes lecciones: que el hacerse pasar por otra persona para gustarle a alguien es engañarse a uno mismo y que ese acto puede hacer muchísimo daño a quién pretendes gustar. ¿Lo mejor? Mostrarse tal y cómo somos.
Definitivamente, la película me ha parecido preciosa y con bastante profundidad. Sierra Burgess se aleja totalmente de las comedias románticas de adolescentes típicas para tocarnos el corazón, emocionarnos y recordarnos que no perdamos nuestra esencia y que los cánones de belleza de la sociedad no nos tienen que impedir brillar con luz propia.
¡Ah! Y la podéis encontrar en Netflix. Si os gustan las comedias románticas con corazón y emotivas… no dudéis por un momento en ver Sierra Burgess es una perdedora. ¡Seguro que os encanta, pasáis un buen rato y os enseña bastantes cosas! ¡Podéis dejarme algún comentario cuando la veáis! 😉
