¡Hola, romántic@s! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que genial! Hace poquito me lancé a ver Valeria, la serie de Netflix basada en las novelas de la famosa escritora Elísabet Benavent. ¿Qué me pareció la serie? ¡Para eso tenéis que leer la entrada completa! ¿Vamos a ello?
Sinopsis de Valeria
Valeria es una escritora en crisis, tanto por sus novelas como por su marido y la distancia emocional que les separa. Por todo ello Val se refugia en sus mejores amigas: Carmen, Lola y Nerea, quienes la apoyan durante su viaje emocional. Las tres están inmersas en un torbellino de emociones sobre amor, amistad, celos, infidelidad, dudas, desamores, secretos, trabajo, preocupaciones, alegrías y sueños sobre el futuro. (FILMAFFINITY)
Opinión personal de Valeria
Escribo la reseña sin haber leído las famosas novelas, es decir, como una espectadora más que elije una serie para pasar el rato (es para que lo sepáis). Había leído que los libros de Valeria eran divertidos, amenos y con frescura. Realmente vi la serie por esas descripciones, pero me llevé un chasco de los grandes, la verdad. Ni me pareció romántica, ni divertida, ni erótica, ni fresca, ni nada.
Eso sí, enseguida me di cuenta de la influencia de Sexo en Nueva York. Tenemos a un grupo de mujeres amiguísimas que se quieren un montón y que tienen sus propias crisis existenciales. Está Lola (Silma López), que es la más atrevida y sexual de las chicas (sería Samantha Jones, en la serie americana), Carmen (Paula Malia), la más inocente y romántica (sería Charlotte York), Nerea (Teresa Riott), la más responsable, (Miranda Hobbes) y Valeria (Diana Gómez), la más inconformista y soñadora del grupo (no podría ser otra que Carrie Bradshaw).
Por supuesto, no esperéis ver algo parecido a Sexo en Nueva York porque no le llega ni a la suela de los zapatos. La serie Valeria quiere llegar a ser divertida, espontánea, fresca, divertida y alejada de lo habitual, pero para mí se queda a medio gas. Tiene muchísimos clichés mal llevados (mira que a mí me gustan los clichés en las series y novelas románticas) y bastante típicos en las series eróticas (el tío buenorro que conquista a la protagonista en un instante está presente, oh yeah). Por lo tanto, de diferente, fresca y espontánea nada.
Por desgracia, no conseguí conectar ni con la trama, ni con la historia de los personajes, ni con las protagonistas en sí. De hecho, el comportamiento de Valeria (no sé si en las novelas será así también) tan infantil e inmaduro me sacaba bastante de quicio en todos capítulos. Su relación con Adrián, su marido (Ibrahim Al Shami J.), y con Víctor, el hombre que la atrae (Maxi Iglesias) se hace cansina y repetitiva súper rápido (o al menos a mí me lo ha parecido, claro). Vamos, que no aporta absolutamente nada nuevo al género.
Otra de las cosas que no me ha gustado para nada es que Valeria pretende bastante mal ser feminista. Es más, hay algunas frases y comentarios de las protagonistas muy forzados que se han metido a presión. Como os he dicho antes, no tengo nada en contra con todo tipo de clichés, pero me molesta bastante que describan una serie como feminista, espontánea, romántica y fresca cuando en realidad no lo es, no lo es para nada. ¿Acaso no está presente el afán de encontrar pareja, la ansiedad por abandono y la dependencia emocional?
En fin, que para mí lo más bonito de Valeria ha sido sin lugar a dudas, Madrid. ¡Eso no se lo discuto! Me ha encantado ver los lugares más bonitos y emblemáticos de la capital en la serie. El 13 de agosto sale la segunda temporada, y la verdad no tengo claro si la veré o pasaré totalmente. Si no la habéis visto, os animo a que lo hagáis y a que me digáis que os parece la serie. Si habéis leído las novelas y visto Valeria en la pequeña pantalla, ¿se parece la serie a los libros? ¿cuál os ha gustado más?
¡Nos vemos en la próxima entrada, romántic@s!
RECOMENDACIÓN EXTRA: Reseña A tres metros sobre el cielo, la serie.
Es una de las peores series que recuerdo en tiempo, y coincidimos en todo (ni feminista, ni nos pareció romántica, ni divertida, ni erótica, ni fresca, ni nada… un bodrio es lo que nos pareció)