¡Hola, romántic@s! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que genial! Hace unos días Netflix estrenó ¡Qué duro es el amor! y de esta manera yo doy el pistoletazo de salida a las películas románticas navideñas. ¿Os animáis a leer la entrada completa? ¡Vamos a ello!
Sinopsis de ¡Qué duro es el amor!
Natalie Bauer (Nina Dobrev), una escritora que vive en Los Ángeles, se enamora de Josh Lin por una aplicación de citas y decide viajar a Nueva York para sorprenderlo en Navidad. Sin embargo, al llegar descubre que la han engañado y Josh (Jimmy O. Yang) no es quien decía ser: es un ‘nerd’ que ha usado las atractivas fotos de un tal Tag Abbott (Darren Barnet) como cebo. Cuando Natalie descubre que el chico guapo de quien se enamoró, Tag, vive también en Nueva York, Josh se ofrece a prepararles una cita con él si ella finge ser su novia durante las vacaciones de Navidad. (FILMAFFINITY)
Opinión personal de ¡Qué duro es el amor!
Como ya sabéis, soy una fanática de las comedias románticas navideñas (sí, he visto todas las que tiene Netflix en su catálogo), pero también me gustan mucho Nina Dobrev (cómo olvidar a Elena Gilbert) y Jimmy O. Yang. Cuando me enteré de que Netflix iba a sacar una película romántica navideña con ellos dos juntos casi me caigo de la silla, en serio. ¡ESTABA SÚPER EMOCIONADA!.
¡Qué duro es el amor! cuenta con una historia que engancha: Natalie busca al hombre de su vida en una aplicación de citas. Cuando parece haberlo encontrado resulta que se trata de un desastroso engaño más y el chico no es quién decía ser. Josh es un friki encantador que ha utilizado fotos de su amigo Tag para destacar su perfil. Sin embargo, ella decide quedarse con Josh con la condición de que le ayude a gustarle a Tag.
La película es muy bonita en general, pero confieso que Natalie, el personaje que interpreta Nina Dobrev me ha parecido soso, sin sustancia y sin alma. ¡NO ME HA TRANSMITIDO ABSOLUTAMENTE NADA!. Además, en algunas ocasiones me resultada encantadora y empática, y en otras una histérica egocéntrica y engreída sin paciencia ni sentimientos.
Por el contrario, Jimmy O. Yang está fantástico y brilla con luz propia acaparando toda la atención y dejando a Nina Dobrev un poco en segundo plano. Su personaje, Josh, es encantador y adorable. Es cierto que crea un perfil falso y que engaña a Natalie, pero lo hace preso de sus inseguridades y de sus miedos. De esta manera, enseguida se puede empatizar con él y comprenderle mejor.
¡Qué duro es el amor! nos deja buenos aprendizajes sobre el amor a través de sus protagonistas Natalie y Josh: que el amor no tiene por qué ser perfecto, que la apariencia no debería ser tan determinante, que la sinceridad es la base de todo, que no hay que dejar de ser uno mismo para gustar a los demás, que tenemos que querernos tal cual somos y que engañar a alguien solo lleva a hacernos daño a nosotros mismos y a los otros.
¡Qué duro es el amor! es una comedia romántica navideña ligera, sencilla y sin pretensiones. Puede que Nina Dobrev no me haya convencido mucho, pero el resto de la película es genial incluyendo por supuesto a Jimmy O. Yang y a los actores secundarios. Yo la veré en varias ocasiones más, y seguro que en las próximas Navidades también. Así que, si os gusta este género… ¡no dudéis en verla ni por un minuto!
Si os animáis a verla… ¡espero vuestros comentarios por las redes sociales y por el blog!
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