¡Hola, romántic@s! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que genial! En el fin de semana vi Amor en obras, una comedia romántica bastante escondida en Netflix protagonizada por Adam Demos y Christina Milian. ¿Os animáis a leer la entrada de hoy? ¡Vamos a ello!
Sinopsis de Amor en obras
Tras perder su trabajo y a su novio la joven Gabriela (Christina Milian), una ejecutiva de San Francisco, gana en un concurso un hotel rural en Nueva Zelanda. Decide entonces dejar atrás la vida en la ciudad para restaurar el local y poner en marcha el negocio con ayuda de Jake Taylor (Adam Demos), un joven y apuesto contratista. (FILMAFFINITY)
Opinión Personal de Amor en obras
MISIÓN: encontrar en la sección de comedias románticas de Netflix algo bonito que ver. ¿Imposible? Un poco, pero… ¡di con algo! No tenía ninguna referencia de Amor en obras, pero la sinopsis me gustó tanto que decidí darle una oportunidad, y… ¡cuánto me alegro de haberlo hecho! La película es preciosa, agradable, divertida y ligera de ver. ¡Justo lo que quería!
Una de las cosas más bonitas de Amor en obras es su sencillez. No busca ser una comedia romántica explosiva, llena de enredos y altibajos entre los protagonistas. Se trata de una película tranquila y relajante con la que he disfrutado muchísimo (más de lo que esperaba, la verdad) y que posiblemente vuelva a ver dentro de no mucho tiempo.
Si estáis buscando la típica comedia romántica alocada y súper liosa, Amor en obras no es para vosotros ya que se aleja bastante de eso, pero tiene muchas otras cosas que ofrecer al espectador. ¿Por ejemplo? Unos protagonistas geniales, auténticos y naturales que transmiten una química adorable entre ellos; y unos personajes secundarios súper especiales y encantadores que aportan una dosis de dulzura maravillosa.
Amor en obras nos presenta a Gabriela y a Jake. Ella es una ejecutiva de San Francisco con muchísimo talento que pierde su trabajo y rompe con su novio. Bastante perdida por lo ocurrido decide participar en un concurso para ganar un hostal rural en Nueva Zelanda. Él es un contratista un tanto reservado, que ha perdido la fe en el amor y al que le cuesta abrirse a los demás por un duro golpe en su pasado.
Gabriela es extrovertida, cercana, agradable, divertida, apasionada y no le importa dar un giro a su vida para empezar de cero y cumplir sus metas, aunque para ello tenga que viajar de San Francisco a Nueva Zelanda y adaptarse a un país completamente nuevo. Pero… ¿qué pasará cuando vea que el hostal no es lo que parecía y necesite la ayuda de Jake, el esquivo y atractivo contratista?
Amor en obras es puro encanto y dulzura, pero no una dulzura que enseguida te empalaga y quieres pasar a otra cosa. Más bien del tipo de dulzura que te hace sonreír y pasar un rato agradable viendo la película. Tiene la dosis perfecta de romance, comedia, superación personal, autoconocimiento y química entre los protagonistas. Además, no sabía de la existencia de Christina Milian, pero me ha encantado y creo que hay otra comedia romántica en Netflix que protagoniza ella y seguro me encantará.
Dato curioso: sé que Adam Demos es uno de los protagonistas de Sexo Vida y que interpreta al típico personaje súper atractivo, arrogante, con éxito profesional y que solo busca sexo sin compromiso, pero en Amor en obras es totalmente diferente, creedme. Una de las cosas que me hacían dudar entre ver y no ver la película era él (por si tenía un papel parecido), ¡y al final me llevé una grata sorpresa!
En fin, que os animo muchísimo a verla. ¡Es un plan perfecto para un fin de semana de relax!
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